DGA enciende el espíritu de la Navidad
Sanz Lovatón indicó que la época nos recuerda que la vida solo vale la pena si cada día tratamos de ser mejores y de servirle a los demás.
La nueva gestión de la Dirección General de Aduanas, encabezada por Eduardo “Yayo” Sanz Lovatón, dio la bienvenida a la Navidad con una emotiva ceremonia a cargo del padre Jorge William Hernández.
Durante la celebración, los colaboradores disfrutaron a ritmo de villancicos y, además, compartieron chocolate, té de jengibre y galletas.
Al iniciar la ceremonia, el sacerdote compartió varias reflexiones del libro de Eclesiastés sobre el inicio de la Navidad, en las que indicó que siempre es importante traer a Dios a nuestras vidas.
Dijo que el espíritu de la Navidad debe llevarnos a valorar lo humano desde un símbolo positivo de hermandad y caridad. “La morada de Dios no está en lo físico, aun cuando Dios creó el mundo, la morada está en el corazón y desde nuestros corazones podemos ofrecer un espíritu verdadero de la Navidad”, manifestó.
Durante el encuentro el director de la DGA, Eduardo “Yayo” Sanz Lovatón, pronunció unas palabras de armonía y alegría a los colaboradores en las que expresó que la época tiene un significado especial para él y en general para los cristianos, ya que es el período del año donde las personas recuerdan que el Señor Jesucristo vino al mundo a salvarnos.
Indicó que actualmente la humanidad vive un momento en que tener salud, empleo, vivir y proveer para las familias es un privilegio y que este es el momento preciso para honrar y agradecer esos privilegios.
“Ojalá cada uno de nosotros en esta época de Navidad podamos tenderle la mano a alguien que no goce de estos privilegios y de esa manera honrar el espíritu de servicio, de humildad y de sacrificio de aquel niño que nació en un pesebre hace más de 2000 años”, expresó.
El titular de la DGA Resaltó también que: “la época nos recuerde que la vida solo vale la pena si cada día tratamos de ser mejores y de servirle a los demás”.
Tras sus palabras el coro de la Dirección General de Aduanas entonó varios villancicos que pusieron a cantar y a bailar a todos los colaboradores.